Candidato al Senado por Morena señala que una las 20 reformas enviadas al Congreso en febrero pasado plantea que el Instituto se convierta en constructor y ponga casas en renta enfocadas en la juventud que inicia su vida laboral y como parte del combate a la pobreza
• Será una prioridad impulsarla desde el Congreso de la Unión, afirma
Una de las 20 reformas enviadas al Congreso de la Unión plantea un nuevo esquema para la construcción y acceso a la vivienda con lo que se busca regresar al Infonavit el sentido social en beneficio de la juventud trabajadora y como parte de un programa para el combate a la pobreza, señaló Juan Carlos Loera, candidato de Morena al Senado.
Al cumplirse un mes de recorridos por calles de Ciudad Juárez y varios municipios, dijo que se trata de una propuesta que busca afianzar el estado de bienestar de los trabajadores y sus familias desde el inicio de su vida laboral y que, de lograr el voto de los chihuahuenses, será una de sus prioridades impulsarla desde el Congreso de la Unión.
Este nuevo esquema se basa en dos pilares; el primero es la construcción de 75 mil viviendas al año cerca de los centros de trabajo y de satisfactores como hospitales, escuelas, guarderías, centros recreativos, etc., a costos accesibles, a un costo de hasta 550 mil pesos y generando un millón de empleos.
El segundo pilar es el derecho del trabajador, enfocado en los más jóvenes, para que al año de cotizar en Infonavit puedan rentar una de estas viviendas construidas por el mismo Instituto, que la renta no exceda el 30 por ciento de su salario; es decir, pagará menos quien menos gane. Después de 10 años, el trabajador tendrá el derecho de comprar la vivienda, tomando en cuenta lo aportado en rentas durante los 10 años.
Explicó que durante los gobiernos neoliberales el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se usó sólo para garantizar las ganancias a empresas constructoras que construyeron desarrollos que no eran funcionales y familias enteras debían convivir en viviendas de 27 metros cuadrados y de mala calidad.
Agregó que dichos desarrollos se instalaron además lejos del núcleo urbano, sin acceso a los servicios básicos como electricidad, agua, transporte y calles pavimentadas, considerados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) como los principales indicadores de la pobreza en nuestro país.
Al final, estos asentamientos se incorporaron a los cinturones de miseria y pronto terminaron abandonados y vandalizados, indicó.
Mencionó que lejos de solucionar el problema del derecho a la vivienda, la política de vivienda estaba confeccionada a la hechura del negocio inmobiliario.
Explicó que la iniciativa presentada en febrero pasado está diseñada para garantizar el derecho a la vivienda de la población, para que ésta adquiera un patrimonio familiar y que al mismo tiempo se abata los indicadores de la pobreza, fortalezca la seguridad social e incida en la industria de la construcción, la cual tiene un efecto multiplicador en la economía y genera muchos empleos y, por tanto, mayor recaudación fiscal.
“Este nuevo plan de vivienda regresa el sentido social al Infonavit, haciendo accesibles las viviendas, aún para los de más bajo ingreso”, enfatizó.
El Infonavit podrá construir viviendas a bajo costo debido a que no busca el lucro y a su capacidad económica: esta iniciativa se financiará con parte del ahorro por concepto de cuotas que tiene el Infonavit, cerca de 800 mil millones de pesos, concluyó.