Víctor Daniel Ávila, especialista en ecología dio en el clavo sobre la mentalidad que debe persistir en todas y todos: reflexionar sobre el papel individual que tenemos sobre la tierra. Si bien, es poco lo que podemos hablando globalmente, son las pequeñas acciones, sumadas con Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFClas que se realizan las que determinan frenar el daño ambientalTuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCEsta narrativa la presentó durante una sesión virtual de Diálogos GlobalEthik, que auspicia la organización con el mismo nombre, que desde 27 años es un foro crítico en torno a los desafíos que presenta la humanidad en materia ecológica.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCOfreció una reflexión profunda y necesaria sobre el papel que jugamos los seres humanos en los equilibrios ecológicos del planeta.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCQuiero partir de la premisa que no fue una simple disertación teórica, sino una interpelación: ¿qué estamos haciendo realmente para conservar los equilibrios ecosistémicos que permiten la vida?
Ávila planteó que la conservación de los sistemas ecológicos no es simplemente una cuestión técnica o de buena voluntad, sino una lucha ética y política, donde debemos participar todas y todos.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCEsta lucha implica confrontar estructuras de poder económico y político, incluso cuando no son socialmente responsables. Y es que detrás de la destrucción ambiental no hay únicamente ignorancia o descuido; hay intereses establecidos que convierten a la naturaleza en objeto de explotación sin considerar su valor ni su papel insustituible en la continuidad de la vida.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCEn este contexto, el ponente hizo énfasis en la urgencia de una transformación institucional definitiva. Las instituciones actuales, en muchos casos, han sido diseñadas para perpetuar dinámicas de acumulación y extractivismo.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCFrente a ello, Ávila propuso modelos institucionales éticamente fundados, donde la acción social no sea un gesto simbólico, sino una herramienta de cambio de paradigmas. Este enfoque reconoce tanto el potencial como los límites del ser humano en su relación con la naturaleza.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCPropuso además que toda acción humana hacia su entorno esté mediada por una ética del cuidado.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCSin duda uno de los aportes más relevantes de su intervención fue la articulación entre ética ecológica y conciencia institucional. No basta con que individuos aislados desarrollen una conciencia ambiental; es necesario que esta se traduzca en normativas, prácticas y estructuras que reorienten nuestra forma de habitar el mundo. 
Las instituciones —gubernamentales, académicas, sociales— deben asumir un rol activo en esta reconfiguración, incorporando una visión que supere el paradigma antropocéntrico y reconozca la libertad de todas las formas de vida.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCLa reflexión que nos deja esta edición nos invita a pensar en la crisis ecológica no como un accidente del desarrollo, sino como un síntoma de una ética rota. Revertir este daño requiere más que ajustes cosméticos: exige un cambio de raíz en la manera en que entendemos nuestro lugar en la Tierra. Implica actuar colectivamente, desde una conciencia crítica, para construir una convivencia sostenible.Tuf7eFC Omnia.com.mx

Tuf7eFCPorque al final, como bien advirtió Ávila, no se trata solo de conservar la naturaleza: se trata de reconfigurar la civilización misma bajo principios éticos que nos permitan sobrevivir, así de concreto el mensaje.

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