Entre lágrimas, Josué contó como perdió a su hijo de cuatro años, Aaron, bajo uno de los vagones que se volcó la noche del 3 de septiembre, en las vías de la zona semidesértica de Ahumada, Además, su esposa sufrió la amputación de un pie y diversas lesiones al caer de ‘La Bestia’, como llamó al tren en el que se trasladaban. Todos venían de Venezuela.
Fueron 12 vagones los que salieron de las vías, informaron las autoridades. Sobre ellos iban 17 personas migrantes, todas salieron ‘volando’, detalló Josué.
De uno de los vagones, se derramó un tanque con ácido sulfúrico, un compuesto químico altamente corrosivo, obtenido generalmente en laboratorios a partir de dióxido de azufre y con gran uso en la industria, principalmente en la fabricación de fertilizantes, baterías de plomo y síntesis de detergentes.
“No se lancen así a ese tren no pongan en riesgo a sus hijos, no cometan el mismo riesgo que nosotros, no quiero que les pase eso mismo”, dijo Josué.
¿Qué sucedió con el resto de migrantes que iban a bordo del tren?
