Se nos fue Arturo Urquidi. Se fue uno de los grandes y con él, una forma de entender la lealtad, el trabajo y la amistad. Un hombre a carta cabal, un compañero sin reservas, de esos que no se doblan ni en la peor tormenta. Era palabra cumplida, risa franca, y una lealtad que no pedía más que una sincera amistad. Arturo no se va: se queda en las personas. Se queda en Juárez, en su gente y en cada rincón que ayudó a levantar con convicción. Lo despido con tristeza, pero también con gratitud. www.gabymartynoticias.com.mx

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *